Descubriendo Machu Picchu

Descubriendo Machu Picchu

Accedemos a Machu Picchu, esa maravillosa obra de ingeniería Inca situada a 2.430 metros sobre el Río Urubamba, capaz de dejar mudo al más incrédulo con su majestuosidad.

Tal vez, la experiencia más anhelada por los visitantes es El Camino del Inca, un trekking de cuatro días por un antiguo sendero que une el Valle Sagrado y Machu Picchu. La aventura incorpora campamentos para descansar y abarca 38 kilómetros que ascienden y descienden entre montañas por lo que conviene estar en buena forma física. Las vistas inolvidables de los picos nevados, los paisajes verdes, los ríos interiores y la mística del lugar, satisface con creces la expectativa. Esta excursión es la única que no puede hacerse por libre. Existen diversas agencias que la comercializan, donde también ofrecen una versión reducida de dos días.

Muchos consideran esta experiencia como rito de iniciación para el viajero. Pero la opción más utilizada para llegar a Machu Picchu es el tren que en tres horas va desde Cusco hasta Aguas Calientes, el pueblo al pie del complejo que alberga los restos arqueológicos. El mismo ferrocarril también se puede interceptar en Ollantaytambo. No existen carreteras que lleguen hasta Aguas Calientes, sin embargo, hay una opción muy utilizada por mochileros y viajeros que consiste en tomar una combi desde Cusco hasta la hidroeléctrica y desde allí avanzar a pie los once kilómetros que hay hasta el pueblo por las vías. Aunque suene surrealista, miles de personas de nacionalidades diversas, peregrinan por aquí haciéndose a un lado cuando el tren pasa.

Aguas Calientes es un poblado dedicada íntegramente al turismo. Con restaurantes, alojamientos de todo tipo, tiendas de recuerdos y una plaza con un monumento a Pachacutec que funciona como punto de encuentro. Los turistas no pasan más de dos noches aquí, ya que solo es el lugar de descanso previo y post Machu Picchu. La jornada en la que se visitarán las ruinas hay que estar levantado desde muy temprano. A las 4.30 AM se van disponiendo las colas tanto para los que irán en bus como aquellos que lo harán a pie. El transfer demora quince minutos hasta el complejo, los que opten por caminar les llevará cerca de una hora y media cubrir el mismo trayecto. El sendero es en subida y en altura, lo cual produce un gran desgaste físico. En Machu Picchu habrá mucho por recorrer razón por la cual es recomendable llegar descansado. El ingreso al primer turno está permitido de 6 a 12 hs y el segundo turno es de 12 a 17:30 hs. La visita requiere un mínimo de tres horas, en menos de ese tiempo de seguro quedarán zonas por descubrir.

La entrada conviene sacarla con varias semanas de anticipación porque es limitada la cantidad de gente permitida. La página oficial para adquirirlas es machupicchu.gob.pe

 

Machu Picchu

Una sensación de escalofrío recorre todo mi cuerpo. Apenas amanece. Una bruma espesa da una imagen épica. Fílmica diría yo. Me restriego los ojos para ver mejor cómo se abre ante mí la ciudad de Machu Picchu. La imagen es impactante. En el centro de la escena la obra construida por orden del noveno Inca, Pachacutec. Detrás, la montaña centinela, Huayna Picchu. La foto que tantas veces hemos visto, pero que en ningún caso ha capturado ni de cerca el alma de este lugar.

Paulo es nuestro guía. Un descendiente de las tribus que formaban parte del Tahuantinsuyo. Nos habla con una mirada distinta de lo que el saber popular dice sobre esta cultura. Hace conjeturas sobre qué fue Machu Picchu y menciona que actualmente la más enérgica habla de un centro educativo. Él, trata de interpretar aquello que, sin utilizar la palabra escrita, este pueblo dejó como legado. Nos muestra la Cabaña del Guardián de la Roca Funeraria. Se detiene en los 16 baños ceremoniales. Subimos una escalera que nos deposita en La Plaza Sagrada. Pasamos por el Templo de las Tres Ventanas, el Templo Principal y la Casa del Sumo Sacerdote. Nos lleva donde se halla la única construcción redonda de Machu Picchu, el Templo del Sol. Pasamos por un sector conocido como La Tumba Real, aunque allí nunca se encontró momia alguna. Nos cuenta cómo los astrónomos Incas predecían el solsticio de invierno en Intihuatana (Amarradero del Sol), una piedra tallada, que también se creyó era un reloj de sol. Al bajar, entramos en unas laberínticas celdas que se supone eran cárceles, finalizando en el Templo del Cóndor. La guiada dura casi dos horas y media.

Después de recorrer todo el complejo, cuando el sol del mediodía se alza en lo alto, caminamos hacia la salida. Pero antes de cruzar el portal, doy una última mirada hacia atrás. Todo esto es mucho, no me alcanzan los poros para llevármelo metido en el cuerpo. Es más de lo que cualquiera puede venir a buscar.

 

 

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2 comentarios

  1. Anahi says:

    Hola!!! voy a realizar este viaje en unos meses y estoy con muchas ganas de hacerlo por el sendero caminando, quería saber que podrías recomendarme, donde comprar el recorrido, si vale la pena,que precio tiene.. y demás Muchas Gracias¡!!

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